viernes, 14 de noviembre de 2008

Cuentos en verso para niños perversos III: Caperucita Roja

Tercera entrega wiii!!!

continuando con el humor negro y con mi querido Roalh ahora les presento a la ñiña de capa roja que de buena e inocente... pues... solo la capa!! XD



CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO





Estando una mañana haciendo el bobo
le entró un hambre espantosa al Señor Lobo,
así que, para echarse algo a la muela,
se fue corriendo a casa de la Abuela.
"¿Puedo pasar, Señora?", preguntó.
La pobre anciana, al verlo, se asustó
pensando: "¡Este me come de un bocado!".
Y, claro, no se había equivocado:
se convirtió la Abuela en alimento
en menos tiempo del que aquí te cuento.
Lo malo es que era flaca y tan huesuda
que al Lobo no le fue de gran ayuda:

"Sigo teniendo un hambre aterradora...
¡Tendré que merendarme otra señora!".

Y, al no encontrar ninguna en la nevera,
gruñó con impaciencia aquella fiera:

"¡Esperaré sentado hasta que vuelva
Caperucita Roja de la Selva!"

-que así llamaba al Bosque la alimaña,
creyéndose en Brasil y no en España-.

Y porque no se viera su fiereza,
se disfrazó de abuela con presteza,
se dio laca en las uñas y en el pelo,
se puso la gran falda gris de vuelo,
zapatos, sombrerito, una chaqueta
y se sentó en espera de la nieta.



Llegó por fin Caperu a mediodía
y dijo: "¿Cómo estás, abuela mía?

Por cierto, ¡me impresionan tus orejas!".
"Para mejor oírte, que las viejas
somos un poco sordas".

"¡Abuelita,
qué ojos tan grandes tienes!".

"Claro, hijita,
son las lentillas nuevas que me ha puesto
para que pueda verte Don Ernesto
el oculista",

dijo el animal
mirándola con gesto angelical
mientras se le ocurría que la chica
iba a saberle mil veces más rica
que el rancho precedente. De repente

Caperucita dijo: "¡Qué imponente
abrigo de piel llevas este invierno!".
El Lobo, estupefacto, dijo: "¡Un cuerno!
O no sabes el cuento o tú me mientes:
¡Ahora te toca hablarme de mis dientes!
¿Me estás tomando el pelo...? Oye, mocosa,
te comeré ahora mismo y a otra cosa".

Pero ella se sentó en un canapé
y se sacó un revólver del corsé,
con calma apuntó bien a la cabeza
y -¡pam!- allí cayó la buena pieza.



Al poco tiempo vi a Caperucita
cruzando por el Bosque... ¡Pobrecita!
¿Sabéis lo que llevaba la infeliz?
Pues nada menos que un sobrepelliz
que a mí me pareció de piel de un lobo
que estuvo una mañana haciendo el bobo.


Y alli esta, corto pero consiso!!!
nos vemos la next week, el otro viernes con "los tres cerditos"

kisses

Mhax

Pd: habra ganado nito la apuesta????


***How lucky I am!!***


viernes, 7 de noviembre de 2008

Cuentos en Verso para niños perversos II: BLANCANIEVES

Hay que confesar que los cuentos han tenido acogida... XD
ahora todo el mundo me pregunta por ellos, así que los complazco con la segunda historia!!! disfruten!!! (cambie exactamente una palabra para que suene mejorcito, ya saben el original es en ingles y la traduccion no queda perfecta!)


BLANCANIEVES


Cuando murió la madre de Blanquita
dijo su padre, el Rey: Esto me irrita!
"¡Qué cosa tan pesada y tan latosa!
Ahora tendré que dar con otra esposa…"

–es, por lo visto, un lío del demonio
para un Rey componer su matrimonio–.

Mandó anunciar en todos los periódicos:
"SE BUSCA REINA" y, muy metódico,

recortó las respuestas que en seguida llegaron por millones…

"La elegida ah de mostrar con pruebas convincentes
que eclipsa a cualquier otra pretendiente".

Por fin fue preferida a las demás
la señorita Obdulia Carrasclás,
que trajo un artefacto extraordinario
comprado a algún exótico anticuario:
era un ESPEJO MÁGICO PARLANTE
con marco de latón, limpio y brillante,
que contestaba a quien le plateara
cualquier cuestión conla verdad más clara.
Así, si, por ejemplo, alguien quería saber qué iba a cenar
en ese día, el chisme le decía sin tardar:
"Lentejas o te quedas sin cenar".

El caso es que la Reina, que Dios guarde,
le preguntaba al trasto cada tarde:
"Dime Espejito, cuéntame una cosa
de todas, ¿no soy yo la más hermosa?".
Y el cachivache siempre respondía:
"Mi Señora, vos sois la más hermosa,
encantadora y bella de este reino.
No hay rival a quien no hayáis comido la moral".

La Reina repitió diez largos años
la estúpida pregunta y sin engaños
le contestó el Espejo, hasta que un día
Obdulia oyó al cacharro que decía:
"Segunda sois, Señora. Desde el jueves
es mucho más hermosa Blancanieves.
su majestad se puso furibunda,
armó una impresionante barahúnda
y dijo:
"¡Yo me cargo a esa muchacha!
¡La aplastaré como a una cucaracha!
¡La despellejaré, la haré guisar
y me la comeré para almorzar!"

Llamó a su Cazador al aposento
y le gritó: "¡Cretino, escucha atento!
Vas a llevarte al monte a la Princesa
diciéndole que vais a buscar fresas
y, cuando estéis allí, vas a matarla,
desollarla muy bien, descuartizarla
y, para terminar, traerme al instante
su corazón caliente y palpitante".

El Cazador llevó a la criatura,
mintiéndole vilmente, a la espesura
del Bosque. La Princesa, que se olió la
torta, dijo:
"¡Espere! ¿Qué he hecho
yo para que usted me mate, señor mío?
–el brazo y el cuchillo de aquél tío
erizaban el pelo al mas pintado–
¡Déjeme, por favor, no sea pesado!".

El Cazador, que era mala gente, se
derritió al mirar a la inocente.
"¡Aléjate corriendo de mi vista,
porque, si me lo pienso más, las lista…!"
la chica ya no estaba – ¡qué iba a estar! –
cuando el verdugo terminó de hablar.
Después fue el hombre a ver al carnicero,
pidió que le sacara un buen cordero,
compró media docena de costillas
amén del corazón y, a pies juntillas,
Obdulia tomó aquella casquería por carne de Princesa.

"¡Que mi tía se muera si he faltado vuestro encargo, Señora…!
Se hace tarde… Yo me largo…".

"Os creo, Cazador. Marchad tranquilo –dijo la Reina–
¡Y ese medio kilo de chuletillas y ese corazón
los quiero bien tostados al carbón!>>,
y se los engulló, la muy salvaje,
con un par de vasitos de brebaje.

¿Qué hacía la Princesa, mientras tanto?
Pues auto-stop para curar su espanto.
Volvió a la capital en un boleo y
consiguió muy pronto un buen empleo
de ama de llaves en el domicilio
de siete divertidos hombrecillos.
Habían sido jockeys de carreras
y eran muy majos
todos, si no fuera
por un vicio que en
sábados y fiestas
les devoraba el coco:
¡las apuestas!
Así, si en los caballos no atinaban un día,
aquella noche no comían…

Hasta que una mañana dijo Blanca:
"Tengo una idea, chicos, que no es manca
Dejad todo el asunto de mi cuenta,
que voy a resolveros vuestra renta,
pero hasta que yo vuelva de un paseo
no quiero que juguéis ni al veo-veo".

Se fue Blanquita aquella misma noche
de nuevo en auto-stop –y en un buen coche–
hasta Palacio y, siendo chica lista,
cruzó los aposentos sin ser vista;
el Rey estaba absorto haciendo cuentas
en el Despacho Real y la sangrienta
Obdulia se encontraba en la cocina
comiendo pan con miel y margarina.
La joven pudo, pues, llegar al fin
hasta el
dichoso Espejo Parlanchín,
echárselo en
un saco y, de puntillas,
volver sobre sus pasos dos mil millas
–que eso le parecieron, pobrecilla–.

"¡Muchachos,
aquí traigo una cosita que todo lo adivina sin error!
¿Queréis probar?".

"¡Sí, sí!", dijo el mayor:

"Mira, Espejito, no nos queda un chavo
así que has de acertar en todo el clavo:
¿quién ganará mañana la tercera?".

"La yegua Rifífí será primera",
le contestó el Espejo roncamente…

¡Imaginad la euforia consiguiente!
Blanquita fue aclamada, agasajada,
despachurrada a besos y estrujada.
Luego corrieron todos los Enanos hasta
el local de apuestas más cercano
y no
les quedó un mal maravedí
que no fuera a para a Rifífí:
vendieron el Volkswagen, empeñaron relojes y colchones,
se entramparon con una sucursal de la Gran Banca
para apostarlo todo a su potranca.

Después, en el hipódromo, se
vio que el Espejito no se equivocó,
y ya siempre los sábados y fiestas
ganaron
los muchachos sus apuestas.
Blanquita tuvo parte de beneficios
por ser la emperatriz del artificio,
y, en cuanto corrió un poco el calendario,
se hicieron todos superbillonarios

–de donde se deduce que jugar no es mala cosa… si se va a ganar–.


Nos vemos pues el otro viernes con Caperucita....


dejen comentario!!!


kisses


MHAX




***How lucky I am!!***


lunes, 3 de noviembre de 2008

Cuentos en verso para niños perversos: CENICIENTA

Cuando aun estaba en el cole me llego por casualidad de España un libro de cuentos, esta de mas decir que su titulo era poco inusual... Pero bueno; poco tiempo después terminaría perdiéndose y yo me quedaría con la idea de encontrarlo nuevamente fuere como fuere...

Los cuentos en verso para niños perversos son muy divertidos, nunca podrías imaginarte que pudiesen tergiversar un cuento de esa manera y todo se lo debemos a mi querido Roald Dahl (autor de Mi año - este extra va pa nito-)que en paz descanse y a quien no nos alcanzara la vida para agradecerla sus ingeniosos escritos

Sobre Roald (si yo siempre así de confianzuda):

Escritor nacido en Gales el 13 de Septiembre de 1916, murió en Inglaterra el 23 de Noviembre de 1990. Al dejar el colegio, consiguió un empleo en la compañía Shell, porque estaba seguro que lo enviarían al exterior. Y así fue. Fue enviado a África donde encontró las aventuras que deseaba: calor, cocodrilos, víboras y safaris. Vivió en la jungla y sufrió malaria. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial viajó a Nairobi y se unió a la Real Fuerza Aérea. Fue piloto de guerra; derribaba aviones alemanes y él también fue derribado. Luego de 6 meses en el hospital, volvió a volar. En 1942 fue a Washington donde comenzó a escribir sus cuentos. En 1943 publicó su primer libro infantil con Walt Disney, Los grendelines, y en 1945 apareció su primer libro de historias cortas en Estados Unidos. Sus libros están hechos de fantasía y sobre todo de mucha imaginación. Siempre son un poquito crueles, pero siempre con humor, una mezcla entre lo cómico y lo grotesco


Aqui va el primer cuento (si, voy a ponerlos todos...):

LA CENICIENTA


"¡Si ya nos la sabemos de memoria!",diréis.
Y, sin embargo, de esta historia tenéis una versión falsificada,
rosada, tonta, cursi, azucarada,
que alguien con la mollera un poco rancia consideró mejor para la infancia...


El lío se organiza en el momento en que las Hermanastras de este cuento
se marchan a Palacio y la pequeña
se queda en la bodega a partir leña.
Allí, entre los ratones llora y grita,
golpea la pared, se desgañita:

"¡Quiero salir de aquí! ¡Malditas brujas!
¡¡Os arrancaré el moño por granujas!!".
Y así hasta que por fin asoma el Hada
por el encierro en el que está su ahijada.

"¿Qué puedo hacer por ti, Ceny querida?
¿Por qué gritas así? ¿Tan mala vidate dan esas lechuzas?".

"¡Frita estoy porque ellas van al baile y yo no voy!".

La chica patalea furibunda:

"¡Pues yo también iré a esa fiesta inmunda!
¡Quiero un traje de noche,
un paje, un coche,

zapatos de charol, sortija, broche,
pendientes de coral, pantys de seda y aromas de París
para que pueda
enamorar al Príncipe en seguida
con mi belleza fina y distinguida!".

Y dicho y hecho, al punto Cenicienta,
en menos tiempo del que aquí se cuenta,

se personó en Palacio, en plena disco,
dejando a sus rivales hechas cisco.

Con Ceny bailó el Príncipe rocks miles
tomándola en sus brazos varoniles

y ella se le abrazó con tal vigor
que allí perdió su Alteza su valor,

y mientras la miró no fue posible
que le dijera cosa inteligible.


Al dar las doce Ceny pensó:
"Nena, como no corras la hemos hecho buena",

y el Príncipe gritó: "¡No me abandones!",
mientras se le agarraba a los riñones,
y ella tirando y él hecho un pelmazo
hasta que el traje se hizo mil pedazos.
La pobre se escapó medio en camisa,

pero perdió un zapato con la prisa.
el Príncipe, embobado, lo tomó

y ante la Corte entera declaró:


"¡La dueña del pie que entre en el zapato
será mi dulce esposa,
o yo me mato!"

.
Después, como era un poco despistado,
dejó en una bandeja el chanclo amado.
Una Hermanastra dijo: "¡Ésta es la mía!",
y, en vista de que nadie la veía,
pescó el zapato, lo tiró al retrete

y lo escamoteó en un periquete.

En su lugar, disimuladamente,
dejó su zapatilla maloliente.

En cuanto salió el Sol,
salió su Alteza
por la ciudad con toda ligereza
en busca de la dueña de la prenda.
De casa en casa fue,
de tienda en tienda,

e hicieron cola muchas damiselas sin resultado.
Aquella vil chinela,
incómoda, pestífera y chotuna,
no le sentaba bien a dama alguna.
Así hasta que fue el turno de la casa de Cenicienta..
"¡Pasa, Alteza, pasa!",

dijeron las perversas Hermanastras y,
tras guiñar un ojo a la Madrastra,

se puso la de más cara de cerdo

su propia zapatilla en el pie izquierdo.

El Príncipe dio un grito, horrorizado,
pero ella gritó más: "¡Ha entrado! ¡Ha entrado!

¡Seré tu dulce esposa!".

"¡Un cuerno frito!".
"¡Has dado tu palabra. Principito, precioso mío!".

"¿Sí? -rugió su Alteza.
--¡Ordeno que le corten la cabeza!".
Se la cortaron de un único tajo
y el Príncipe se dijo: "Buen trabajo.
Así no está tan fea".
De inmediato
gritó la otra Hermanastra: "¡Mi zapato!
Dejad que me lo pruebe!".
"¡Prueba esto!",
bramó su Alteza Real con muy mal gesto
y, echando mano de su real espada,
la descocó de una estocada;

cayó la cabezota en la moqueta,

dio un par de botes y se quedó quieta...

En la cocina Cenicienta estaba
quitándoles las vainas a unas habas
cuando escuchó los botes,
-pam, pam, pam-

del coco de su hermana en el zaguán,

así que se asomó desde la puerta
y preguntó:
"¿Tan pronto y ya despierta?".


El Príncipe dio un salto: "¡Otro melón!",
y a Ceny le dio un vuelco el corazón.

"¡Caray! -pensó-. ¡Qué bárbara es su alteza!
con ese yo me juego la cabeza...
¡Pero si está completamente loco!".
Y cuando gritó el Príncipe: "¡Ese coco!
¡Cortádselo ahora mismo!",
en la cocina
brilló la vara del Hada Madrina.
"¡Pídeme lo que quieras, Cenicienta,
que tus deseos corren de mi cuenta!".
"¡Hada Madrina, -suplicó la ahijada-,
no quiero ya ni príncipes ni nada
que pueda parecérseles! Ya he sido Princesa por un día.
Ahora te pido
quizá algo más difícil e infrecuente:
un compañero honrado y buena gente.

¿Podrás encontrar uno para mí,
Madrina amada?
Yo lo quiero así...".

Y en menos tiempo del que aquí se cuenta
se descubrió de pronto Cenicienta
a salvo de su Príncipey casada
con un señor que hacía mermelada.

Y, como fueron ambos muy felices,

nos dieron con el tarro en las narices.



jejeje todos estan locos... hay un par de cosas por ahi... bah, traducciones! XD

kisses

Mhax

PD: nos vemos luego con blancanieves...





***How lucky I am!!***


 
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